lunes, agosto 06, 2007

El inicio de algo nuevo

Bueno, creo que este espacio ya está prácticamente agonizando. A pesar de ello, tomé la decisión de no dejarlo morir, aunque sólo sean palabras al viento y nadie lo lea. No sé como empezar lo que quiero decir, pues obviamente muchas cosas han pasado desde el 14 de enero, que fue la última vez que escribí aquí (y en muchas otras partes, prácticamente dejé de escribir).

Londres fue magnífico. Las palabras no son suficientes como para describir el tiempo que pasé en aquella maravillosa ciudad, a pesar de que ahora (estando en mi primer semestre de universidad) muchas personas opinen que irse a estudiar al extranjero es uná pérdida de tiempo. A mí no me lo pareció en lo absoltuto; todo lo contrario, creo que fue lo mejor que pudo haberme pasado. Gracias a eso conocí a la que ahora es mi mejor amiga, así como a muchas otras personas que dejaron una preciosa huella en mi vida.

Debo confesar que antes de irme a Londres, nunca me había sentido a gusto en ningún lado, de alguna manera sentía que no encajaba con lo que los demás querían que fuera, no me sentía cómoda con el lugar que me fue designado. Debe de ser cierto que cada quien tiene un lugar en el mundo, porque en Londres fue totalmente distinto. Me sentía tan libre, libre porque allá nadie desentona, o mejor dicho, todos lo hacen, cada quien es diferente y se empeñan aún más en resaltar aquellas diferencias.

Claro que no todo es perfecto. Demasiada gente yendo de un lado hacia otro, todos ocupados en sus vidas como para detenerse a pensar en otras personas. Siempre con prisa. Prisa en la mañana porque llegarán tarde al trabajo o prisa en la noche porque lo único que quieren hacer es llegar a casa lo antes posible. Todo el tiempo terriblemente educados: "Sorry" es la palabra más repetida en Londres.

Sin embargo, a pesar de todo eso, Londres tiene y siempre tendrá un lugar muy especial en mi corazón, no sólo por la ciudad (que ya de por sí es maravillosa, la mejor ciudad en el mundo para mí) sino por la gente que conocí, las experiencias que compartí y las enseñanzas que me dejó. Nunca olvidaré aquella ciudad que todos los días ofrece algo nuevo, algún día regresaré a turistear a Piccadilly, a pasear a Greenwich Park o Trafalgar Square, echarle un vistazo a Abbey Wood (que era donde vivía) y pasar a saludar a viejos conocidos.

Eso es el fin de una corta etapa y el inicio de otra. Finalmente entré a estudiar Periodismo y debo decir que aunque la carrera es algo pesada, cada día me siento más contenta de haber tomado esta decisión.

Pd. Perdonen por algunas inconscistencias en mi escritura, pero es que no escribía desde hace mucho.

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