viernes, agosto 31, 2007

Missing everything

Las 2:30 a.m. ¿Qué estoy haciendo despierta?
Escuchando la BBC de Londres. Cierro mis ojos y me siento en aquella maravillosa ciudad. Con un dejo de nostalgia recuerdo el sabor del té inglés, junto con el pan tostado con mantequilla y mermelada. Recuerdo que encendía el aparato para calentar el agua con el propósito de resguardarme del frío de afuera.

¿Algún día superaré Londres? No lo sé. Pero en lo que a mi respecta no lo quiero superar. Tengo miedo de olvidarlo, de olvidar a la gente que conocí ahí, de algún día mezclar la fantasía con la realidad. De saber que todo fue un sueño. Es mi sueño preferido y no quisiera un día notar que este encuentro no me sucedió jamás...

No puedo. Es irónico, pensar que extraño tanto a un país ajeno al mío. En las noches cierro mis ojos y pienso que estoy en Londres, que sólo estaba soñando y que me levantaré e iré a pasear a un parque, o iré a recorrer tiendas o algo... No puedo ver cosas de Londres, no puedo entrar a páginas de internet sobre Londres, porque siento algo horrible que me oprime el pecho. Necesito regresar, estoy segura que lo haré. Probablemente este sentimiento sólo sea una etapa, lo sé. Pero lo que estoy segura no será sólo una etapa es el pensamiento, que se ha convertido en promesa hecha a mi mejor amiga, de que regresaré a esa ciudad, en 6 meses, 1 año, 2, 5 o 10, no lo sé...

The only think that I know is that, at least for now... I'm missing everything.

viernes, agosto 24, 2007

¡Sorpresa sorpresa!

Debo admitir que estoy sorprendida... Esta vez sí que estaba equivocada. Todos estos años me han engañado! Me han dicho que los hombres son de una u otra forma, que son más bien fríos, no sentimentales, que les gusta el futbol, odian las novelas románticas, les gusta sentirse necesitados, y que sobre todo NUNCA pero NUNCA se dan cuenta cuando una mujer los está acechando, acosando o rondando.
Craso Error. He llegado a la conclusión de que los hombres son más astutos de lo que parecen, en cuanto a estas cuestiones se refiere. Ellos, se fijan... oh si... y les encanta toda esta atención, les alimenta el ego, que es de lo que principalmente viven.

Por ejemplo, yo tengo una amiga que quería algo con mi vecino hace algún tiempo, tendríamos nosotras como 16 o 17 años, compréndanos, estábamos en nuestra época de 'stalkers', la famosa y escalofriante etapa en la que adorábamos a Orlando Bloom y Josh Hartnett, ya saben a lo que me refiero. En esa época nuestra diversión favorita era acosar al pobre vecino, no al nivel obsesivo claro, pero le mandábamos las clásicas "cartitas anónimas", mi amiga le llamaba por teléfono y se mensajeaba con él. Las cosas siguieron y el caso es que él "nunca" se enteró de quien era la que le dedicaba toda aquella atención.

Pasaron 2 años y (yo, como buena stalker tengo su email) un día en el que no tenía nada que hacer, decidí hablar con él, por msn claro, no estamos en la misma ciudad ya, y traté de sonar lo más indiferente posible (ese tipo de conversación de : "disculpa, ¿quién eres?"), creí que él no sabía que yo era su vecina, y oh sorpresa, no sólo sabía eso, sino que muchas otras cosas más, sabía prácticamente toda la historia, puntos y comas incluidos. Le pregunté "¿cómo es que lo sabes?" y él me contestó "lo supe desde un principio, se me quedaban viendo mucho". Wow, y yo que creí que los hombres estaban inmersos en su mundo de 'machos machotes'.

Hace unos días, platicando con unas amigas de la uni, una me contó que le gusta un chavo y y ella está tratando hasta lo imposible para captar su atención, pero el niño nada más no. Otra amiga le comentó: "los hombres ni siquiera se dan cuenta de eso". Pero yo respondí que no, que eso era un mito, que los hombres una vez más, nos han sorprendido.

viernes, agosto 10, 2007

Agenda

Bueno, pues ya estoy parcialmente de vuelta. Comenzando en una nueva ciudad y todo eso. Por una parte siento que de nuevo es todo aquél proceso que viví en Londres, aunque por algún extraño motivo que desconozco, ahora me pegó mas fuerte la nostalgia. En fin... ya que estoy aquí no me puedo echar para atrás ni nada por el estilo.

Tengo muchos cambios en mi rutina ahora, casi todo el día estoy ocupada; aunque me dicen que ahorita no es nada a comparación de lo que vendrá y lo que es peor es que yo misma me estoy buscando toodo aquél relajo. Me he metido a clases de portugués (tenía que hacerlo), también voy a escribir en el periódico de la escuela (YEEESSS!!!!), voy a entrar a la sociedad de alumnos, además de que quiero entrar al gimnasio y cumplir con mis tareas como debe ser.

Como ven... un poco apretada mi agenda, jeje.

lunes, agosto 06, 2007

El inicio de algo nuevo

Bueno, creo que este espacio ya está prácticamente agonizando. A pesar de ello, tomé la decisión de no dejarlo morir, aunque sólo sean palabras al viento y nadie lo lea. No sé como empezar lo que quiero decir, pues obviamente muchas cosas han pasado desde el 14 de enero, que fue la última vez que escribí aquí (y en muchas otras partes, prácticamente dejé de escribir).

Londres fue magnífico. Las palabras no son suficientes como para describir el tiempo que pasé en aquella maravillosa ciudad, a pesar de que ahora (estando en mi primer semestre de universidad) muchas personas opinen que irse a estudiar al extranjero es uná pérdida de tiempo. A mí no me lo pareció en lo absoltuto; todo lo contrario, creo que fue lo mejor que pudo haberme pasado. Gracias a eso conocí a la que ahora es mi mejor amiga, así como a muchas otras personas que dejaron una preciosa huella en mi vida.

Debo confesar que antes de irme a Londres, nunca me había sentido a gusto en ningún lado, de alguna manera sentía que no encajaba con lo que los demás querían que fuera, no me sentía cómoda con el lugar que me fue designado. Debe de ser cierto que cada quien tiene un lugar en el mundo, porque en Londres fue totalmente distinto. Me sentía tan libre, libre porque allá nadie desentona, o mejor dicho, todos lo hacen, cada quien es diferente y se empeñan aún más en resaltar aquellas diferencias.

Claro que no todo es perfecto. Demasiada gente yendo de un lado hacia otro, todos ocupados en sus vidas como para detenerse a pensar en otras personas. Siempre con prisa. Prisa en la mañana porque llegarán tarde al trabajo o prisa en la noche porque lo único que quieren hacer es llegar a casa lo antes posible. Todo el tiempo terriblemente educados: "Sorry" es la palabra más repetida en Londres.

Sin embargo, a pesar de todo eso, Londres tiene y siempre tendrá un lugar muy especial en mi corazón, no sólo por la ciudad (que ya de por sí es maravillosa, la mejor ciudad en el mundo para mí) sino por la gente que conocí, las experiencias que compartí y las enseñanzas que me dejó. Nunca olvidaré aquella ciudad que todos los días ofrece algo nuevo, algún día regresaré a turistear a Piccadilly, a pasear a Greenwich Park o Trafalgar Square, echarle un vistazo a Abbey Wood (que era donde vivía) y pasar a saludar a viejos conocidos.

Eso es el fin de una corta etapa y el inicio de otra. Finalmente entré a estudiar Periodismo y debo decir que aunque la carrera es algo pesada, cada día me siento más contenta de haber tomado esta decisión.

Pd. Perdonen por algunas inconscistencias en mi escritura, pero es que no escribía desde hace mucho.